Rocksteady se enfrenta a más despidos tras el bajo rendimiento de Suicide Squad
Rocksteady Studios, conocido por la aclamada serie Batman: Arkham, ha experimentado otra ola de despidos, tras el decepcionante desempeño de su último título, Suicide Squad: Kill the Justice League. Según los informes, la recepción mixta del juego y las ventas decepcionantes han provocado importantes reducciones de personal.
Las luchas del estudio comenzaron a principios de 2024, con el lanzamiento poco estelar del juego y el posterior contenido divisivo posterior al lanzamiento. En última instancia, esto resultó en que Rocksteady detuviera más actualizaciones de contenido después del lanzamiento final en enero. El impacto financiero fue sustancial tanto para Rocksteady como para su empresa matriz, WB Games, y Warner Bros. reconoció que el juego no cumplió con las proyecciones de ventas.
Los despidos iniciales en septiembre se dirigieron al departamento de control de calidad, recortando aproximadamente la mitad de su fuerza laboral. Sin embargo, informes recientes de Eurogamer revelan una nueva ronda de pérdidas de puestos de trabajo que afectarán a los equipos de programación y arte a finales de 2024. Varios empleados anónimos confirmaron sus despidos, destacando las repercusiones actuales del bajo rendimiento de Suicide Squad. Warner Bros. guarda silencio sobre estos acontecimientos recientes, haciéndose eco de su respuesta anterior a los recortes de septiembre.
Efecto dominó en los juegos de WB
Las consecuencias de la mala recepción de Suicide Squad: Kill the Justice Leaguese extienden más allá de Rocksteady. WB Games Montreal, el estudio detrás de Batman: Arkham Origins y Gotham Knights, también experimentó despidos en diciembre y, según se informa, muchos miembros del equipo de control de calidad apoyan a Suicide Squad' s DLC posterior al lanzamiento.
El DLC final, lanzado el 10 de diciembre, presentó a Deathstroke como el cuarto personaje jugable. Si bien está previsto que se publique una actualización final a finales de este mes, el futuro de Rocksteady sigue siendo incierto tras este importante revés. El fracaso del juego ensombrece el impresionante historial del estudio y sirve como un claro recordatorio de los riesgos inherentes al desarrollo de juegos de servicio en vivo.