Activision recientemente captó la atención de la comunidad de juegos lanzando anuncios para nuevos proyectos basados en sus icónicas franquicias, incluidas Guitar Hero, Crash Bandicoot y Call of Duty. Sin embargo, el centro de atención rápidamente cambió de los anuncios en sí a la sorprendente revelación de que los materiales promocionales se elaboraron utilizando redes neuronales.
Imagen: Apple.com
El anuncio inicial apareció en uno de los canales de redes sociales de Activision, promocionando Guitar Hero Mobile y dirigiendo a los usuarios a una página de pedido anticipado en la App Store. Las imágenes peculiares, casi de otro mundo inmediatamente llamaron la atención de los jugadores, encendiendo una gran cantidad de discusiones. Los informes posteriores presentaron que otros títulos móviles de la compañía, como Crash Bandicoot Brawl y Call of Duty Mobile, también mostraban arte generado por IA en sus campañas promocionales. Si bien las sospechas iniciales apuntaban hacia un posible hack, pronto se aclaró que esto era parte de una estrategia de marketing no convencional.
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La respuesta de la comunidad de juegos fue abrumadoramente negativa. Los jugadores expresaron su descontento con la decisión de Activision de emplear IA generativa sobre artistas y diseñadores humanos. Se plantearon preocupaciones sobre la degradación potencial de la calidad del juego a la "basura de IA", con algunas comparaciones desfavorables con las artes electrónicas, conocidas por sus movimientos polémicos en el mundo de los juegos.
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La utilización de la IA tanto en el desarrollo como en el marketing ha provocado acalorados debates dentro de Activision. La compañía ha reconocido abiertamente la integración de las redes neuronales en la creación de contenido para su próximo título, Call of Duty: Black Ops 6.
En respuesta a la reacción, se eliminaron algunas de las publicaciones promocionales. Sigue siendo incierto si Activision tiene la intención de seguir con estos lanzamientos del juego o si los anuncios generados por IA fueron simplemente un experimento audaz para medir las reacciones de la audiencia.